-Masanoubo Fukuoka
Por Esperanza Ordoñez
#LaAgriculturaEstaEnMiCorazón
En México, las prácticas rurales agrícolas se han ido perdiendo con el tiempo, debido al crecimiento de zonas urbanas. Sin embargo hay actividades que se heredan de generación en generación, tal es el caso de los huertos familiares. Estos son sistemas de producción tradicional practicados por etnias de todo el mundo, más comunes en la región tropical. En México estos agro-ecosistemas forman parte del manejo integrado de los recursos naturales que han realizado los diferentes grupos étnicos durante milenios y tienen un papel clave en los subsistemas de los mismos. Estos huertos aportan significativamente a la economía familiar, tanto así que se considera que los huertos familiares son una vía de mitigación de la pobreza y de la discriminación.
Un huerto es un espacio cubierto o no, destinado para el cultivo de flores, plantas aromáticas, hortalizas, hierbas medicinales, frutales, a escala doméstica. Según la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación) los huertos pueden ser hasta 15 veces más productivos que las fincas rurales. Un espacio de apenas un metro cuadrado puede proporcionar 20 kg de comida al año. Los horticultores urbanos gastan menos en transporte, envasado y alamacenamiento.
En los 80´s y 90´s, los huertos se sostenían en objetivos relacionados con transformación social, preocupación del espacio público, soberanía alimentaria, calidad de los alimentos, generación de empleo, mejora de la calidad de vida, educación ambiental, relaciones sociales y regeneración urbana. Desde el año 2000, el concepto de «sostenibilidad» pone atención en los huertos urbanos como vector de cambio hacia «ciudades sostenibles».
En la actualidad, casi la mitad de los alimentos que se consumen diariamente en México son importados directamente de los Estados Unidos de América (Vanguardia,2018). Aparte de los costos de transporte y gastos energéticos, los productos son sobre producidos para abastecer la demanda de los países importadores, gracias a los procesos de cultivo sobre explotados.
Además, el uso recurrente de productos químicos que se aplican para conservar estos cultivos contribuye a la crisis de la agricultura que dificulta la preservación de los ecosistemas, los recursos naturales, y afecta salud de las comunidades rurales y de los consumidores urbanos.
Mundialmente, los problemas alimenticios son devastadores para la población. Tanto la falta de alimentos, como la mala calidad de estos, propicia una mala salud para los que consumen y los que no. Diversos factores se ven implicados en la producción de alimentos, como la zona geográfica, factores políticos, culturales y de religión, accesibilidad a recursos, entre otros.
Sin embargo, aunque México es un país con muchos recursos y gran diversidad natural, es el segundo país en la tabla de sobrepeso del mundo, con una población de 32.4%, y el país que encabeza la lista de obesidad infantil. Actualmente, la alimentación ha sido afectada por los alimentos tan procesados que se consumen diariamente, La forma de sobre explotar la producción agrícola para abastecer el consumo poblacional pone su salud en riesgo.
Aunado a lo anterior, el estilo de vida se ha visto comprometido por estas acciones. La calidad de los alimentos y cómo son producidos, no es lo único que debilita la salud humana, también lo hace el consumismo y el estrés del medio. La forma de consumo provoca que se tenga que abastecer la demanda por medio de medidas un tanto agresivas para los terrenos de cultivo, incluso para los animales dirigidos al mercado. Todo esto, en conjunto, provoca una desmedida emisión de gases de efecto invernadero a la atmósfera, que sugiere la causa del calentamiento global, y por ende, el cambio climático.