El contenedor
Por Rodrigo Nassar.
Amigos, amigas, gente de cambio, estamos de vuelta con información muy chévere sobre compostaje, por fin hablaremos de la parte práctica, en este artículo hablaremos de la elaboración de un compostero, de forma que puedas crear o adaptar uno para tu hogar.
Hay que recordar que el compostero es de los elementos más importantes, ya que dentro de este se lleva a cabo la transformación de residuos sólidos en abono orgánico. También hay que recordar que el proceso de compostaje no es una receta, así que el compostero puede ser de diferentes formas y tamaños que permiten adaptarse a las necesidades de tu espacio.
Cabe mencionar que, durante toda la serie de artículos de composta, nos vamos a enfocar en la composto aeróbica (con oxígeno) y sistemas cerrados, ya que son los más ideales para un hogar dentro de la ciudad. Los sistemas cerrados favorecen el proceso, ya que no presentan acumulación de agua de lluvia, protege la mezcla de factores climáticos como el viento, facilita las labores de mezclado, así como la extracción de lixiviados, evita la invasión de animales como ratones y aves, y controla el material de otros factores externo como mascotas.
Aquí viene lo interesante, el compostero debe ser de cualquier material, siempre y cuando resista factores como humedad y temperatura, a continuación, te mostraré los materiales más utilizados para un compostero.
Cada material tienes ciertas ventajas, por ejemplo, la madera permite que tu construyas tu contenedor a la medida y utilidad que prefieras; en el caso del plástico, es mucho más ligero para transportar; en el de metal, es mucho más resistente y conserva mejor el calor.
Las ventajas que mencioné no son un parámetro importante para la elección, puesto que los tres materiales cumplen su función bastante bien, así que no hay que preocuparnos y a seguirle.
Recordando que en este artículo mostraremos ideas de diseño para composteros en sistemas cerrados, esto debido a los espacios reducidos de los hogares convencionales en una ciudad. (si te gustaría conocer la elaboración de la composta en sistemas abiertos, escríbenos en la sección de comentarios de este artículo).
Para este tipo de compostero, necesitamos conseguir láminas de madera, la medida dependerá de la cantidad de residuos orgánicos que generas en tu casa, aproximadamente la composta tarda entre 3 a 6 meses en estar lista, entonces debes considerar que durante tres meses o más seguirás vertiendo residuos al compostero. Un diseño ideal sería de 50×50 cm de base, mientras que de altura tenga 1 metro.
La idea para diseñar un compostero de madera es que pueda entrar aire entre los pedazos de madera, esto quiere decir, que se cortarán pedazos de madera del largo que quieres tu base, el ancho puede ser de 5 cm, al momento de ensamblarlas, dejarás un espacio de 1 cm (a lo mucho 2 cm) entre cada madera, así obtendrás una buena aireación para la mezcla. Si has visto una caja de fruta (conocido como huacal en México) tendrás una idea clara de cómo deben colocarse las piezas de madera. Si aún no te lo imaginas, con la siguiente imagen pueda quedar más claro.
Como podemos observar en la imagen, entre dos piezas de madera habrá un pequeño espacio para que pueda circular el aire. ¿Cómo evitar que no se salga la mezcla de residuos al depositarla ahí? Muy fácil, solo debemos conseguir una malla, por ejemplo, la malla para gallinero es muy barata y funciona muy bien para este sistema. Si tu no quieres dejar espacio entre piezas, ni comprar malla, al momento de crear la tapa de tu contenedor, obligatoriamente debe tener sistema de aireación, de igual forma debes colocarle una malla, pues también esta puede ayudar a que animales traten de meterse al contenedor. En lo personal, no te recomiendo que utilices una tapa abierta, ya que, si tu composta está en el aire libre, cuando llueva esta se mojará y puedes estropearla.
Para el suelo del compostero podríamos hacerlo de dos formas, la primera es como se ha hecho la estructura, colocar piezas de madera con cierta distancia entre ellas, está vez la distancia debe ser mucho menor y de igual forma se coloca la malla de gallinero. La segunda manera es que todas las piezas estén totalmente juntas, pero que se hagan pequeños agujeros en las piezas.
Las dos formas son muy aceptables, la idea de tener una pequeña área abierta en el parte inferior de nuestro contenedor es para que puedan escurrir los lixiviados (líquidos generados de la descomposición de los residuos), estos pueden ser aprovechados para regar las plantas (trata de colocar 10 veces más agua que lixiviados). Dicho lo anterior, necesitarás una cubeta o pequeño contenedor capaz de recolectar estos líquidos.
En resumen, una tapa hermética es lo mejor, que el sistema de aireación esté en los laterales y que el suelo tenga pequeñas salidas para los líquidos generados por el proceso de descomposición, a continuación, te muestro algunos diseños para un buen contenedor de madera.
Este tipo de compostero es de los más fáciles en su construcción, pues a diferencia del de madera, en el de plástico no necesitamos piezas de madera, sino conseguir directamente un contenedor de plástico, como lo puede ser un bote de basura, cesto de ropa o cualquier otro recipiente. No es nada difícil encontrar un contenedor. Recuerda que el recipiente debe ser lo suficientemente grande para almacenar una gran cantidad de mezcla.
Después de que hayas conseguido el contenedor, la parte de mayor labor ha iniciado, es conseguir una taladro o herramienta para perforar el plástico, a partir de aquí, se seguirá el mismo criterio que el de madera, pues necesitamos aireación en el recipiente, está vez se logrará haciendo perforaciones en los laterales del metal o en la tapa. Con una broca de un diámetro considerable (incluso hay brocas que realizan ese tipo de agujeros) se perforará a una cierta altura el metal, de tal forma que se tenga una buena cantidad de agujeros, cada 10 o 15 centímetros, se procederá a hacer hoyos. La siguiente imagen puede hacer más notorio el proceso.
En cuestión de lixiviados, se aplica el mismo criterio que en el contenedor de madera, y es el de realizar agujeros a la base, muy similar a los agujeros que realizaste en los laterales del contenedor. En este caso los agujeros son más pequeños y por eso no es necesario considerar la malla de gallinero (si la colocas tampoco hay problema), igualmente considera un pequeño recipiente para que reciba ese liquido y poder aprovecharlo para el riego.
La tapa puede ser hermética (la mejor opción) aunque también puede ser diferente, ya que este tipo de contenedor es más fácil de moverla en tiempos de lluvia, recuerda que el exceso de humedad puede estropear tu mezcla.
En resumen, el criterio del compostero de plástico es el mismo que el de madera, aunque su construcción es mucho más fácil, pues la construcción solo consiste en la generación de agujeros para el aire y lixiviados, ya que el contenedor se puede encontrar en casa o en cualquier tienda o mercado. Aunque no todos los contenedores sirven, debe ser un plástico muy resistente para que no se rompa cuando le hagas los agujeros o que en el paso del tiempo no se troce. El tamaño es muy importante, contenedores de 1 metro de altura están perfectos. La tapa puede o no ser hermético, ya que la facilidad de movimiento del recipiente es mucho más fácil, aunque considera tener una tapa hermética o evita que esté en contacto directo con las lluvias, pues al pasar unos meses, el contenedor se volverá más pesado por la mezcla que estarás depositando. A continuación de muestro algunos tipos de contenedores de plástico para que tu decidas por cual optar.
Este tipo de recipientes tienen prácticamente el mismo procedimiento que los contenedores de plástico. Lo difícil es conseguir un contenedor de dimensiones considerables para el contenedor, normalmente se utilizan bidones (contenedores de aceite), otra buena opción son las ollas de cocina, de esas para hacer un buen caldo.
Cuando obtengas el contenedor de metal, harás lo mismo que en el de plástico, agujeros alrededor para aireación y en la base para los lixiviados. Aunque, dependiendo del metal, en algunos tendrás que comprar un protector para evitar corrosión, ya que estará en contacto con humedad y aire que aceleran el proceso de oxidación.
Lo diferente ahora es la tapa, pues si utilizamos bidones, no encontraremos una tapa para cubrir nuestra mezcla, tendrás mucha suerte si encuentras su tapa original. Aquí usa tu creatividad, como podrías cubrir tu contenedor, podría ser únicamente con malla de gallinero, podría ser con un pedazo de madera de la medida, lo suficientemente pesado para que el viento no se la vuele, comprar un lamina de acero galvanizado para realizarle una tapa.
Realmente no hay mucho que decir sobre este tipo de contenedor, pues es muy similar a la de plástico, solo cambiando el material.
A continuación, te muestro unos ejemplos de este tipo de contenedor.
Con base en el material, dijimos que los más comunes son los tres mencionados, aunque existen numerosos materiales disponibles, pues en cada uno de estos existe una subdivisión, la cual se clasifica según la disposición que tenga el recipiente: vertical, también conocido como continuo o estático y el horizontal, conocido como discontinuo o dinámico.
De hecho, son todos los ejemplos que te he puesto en cada material, este tipo se caracteriza por que el material se añade desde la parte superior y, usualmente, el producto se extrae de la parte inferior. Se le llama continuo porque el material se puede ir añadiendo sin importar que se tenga que pasar todo el proceso de compostaje.
Son recipientes fáciles de manipular, poca inversión, poca área y mejor control de los lixiviados.
No es tan fácil mezclar el material dentro del contendor, como resultado la mezcla es heterogénea y hay riesgos de crear bolsas anaeróbicas. El material se compacta más rápido, la humedad no es uniforme y la parte superior se puede secar más rápido.
Es aquel recipiente que descansa sobre su eje más largo. Se le llama discontinuo porque una vez que se carga la compostera, se debe dejar que el proceso de compostaje finalice para extraer el material y así poder introducir una nueva carga.
Tiene una mejor distribución de humedad, se compacta menos debido a su facilidad de volteo, se obtiene un producto más homogéneo.
Requiere de una mayor inversión, se necesita de otro recipiente para la continuidad del proceso y para un mejor control de los lixiviados.
Dado los tipos de composteros según su eje, podemos observar que es mucho más fácil crear y tener un compostero de eje vertical, sobre todo por estar viviendo en ciudades.
Espero que este artículo haya sido de gran ayuda, realmente el crear un compostero no es tan difícil, con un poco de creatividad e imaginación puedes crear sistemas muy chéveres. Como siempre digo, el compostaje no es una receta y eso se puede comprobar desde el compostero, cada uno lo diseña con base en el área disponible que tiene, la facilidad de volteo, entre otros factores.
Si tienes dudas más particulares sobre el diseño o alguna otra cosa relacionada, no dudes en hacérnoslo saber en los comentarios de este artículo. Y recuerda, ¡Pequeños cambios generan grandes transformaciones!